Soy Venezolana, mujer de retos y hoy quiero que conozcas mi historia. A los 18 años, sufrí un accidente automovilístico y mi vida cambio, perdí el brazo izquierdo. Después de un largo proceso de aceptación, adaptación y evolución, adopte una prenda cómo accesorio, el pañuelo. El pañuelo se convirtió en un accesorio imprescindible, me ayudó a cubrirme, darme fuerza y valor para enfrentar nuevamente al mundo, a vencer miedos, adaptarme, superar obstáculos y evolucionar.